En la deuda pública interna, se debe diferenciar entre la contraída por el Sector Público No Financiero (SPNF) con propósitos fiscales para financiar requerimientos de liquidez del Tesoro General de la Nación (TGN), y aquella que es contraída por el Banco Central de Bolivia con fines de regulación monetaria, es decir con fines de política monetaria.
En diciembre de 1993, el BCB comienza a desarrollar actividades para separar las emisiones y las cuentas fiscales de las operaciones monetarias para evitar que estas últimas financien necesidades de liquidez del TGN. Iniciando de esta manera un quiebre a una larga tradición de financiamiento con recursos de la deuda externa y con emisión monetaria del Banco Central de Bolivia, por lo que se autorizaron subastas de letras de tesorería del TGN que asegure un financiamiento independiente para el sector público. Esta acción permitió al BCB realizar operaciones de mercado abierto para fines de regulación monetaria.
Pero, fue en el año 1994 donde, por primera vez, el sector público financió sus necesidades de liquidez a través de la emisión de títulos-valores, Letras del Tesoro (LT's) y bonos municipales, dando lugar a una forma directa de financiamiento interno.
Esta emisión de títulos valor del TGN junto al incremento de depósitos de las entidades públicas en el BCB y al superávit cuasifiscal provocó la disminución del nivel de crédito del BCB al SPNF.
Posteriormente, el BCB continuó con la política crediticia restrictiva al SPNF, obligando a que el TGN recurra a la emisión del Letras del Tesoro, bonos y certificados fiscales (CENOCREN, NOCRES Y CEDEIM)4 con los cuales financiaba parte de su déficit, lo que en buenas cuentas significó un financiamiento -de parte de ese déficit fiscal- con recursos del sector privado (crowding out) y la acumulación de mayores depósitos en el BCB. De esta manera, el sector público financió sus necesidades de liquidez principal mente emitiendo Bonos de tesorería con deuda interna y con certificados fiscales.
A través de la R.M. No 1408 de 10 de noviembre de 1999, se aprueban las características de la emisión de Bonos del Tesoro para la gestión 1999 correspondientes a las series) J, Ky L emitidos a la orden de las Administradoras de Fondo de Pensiones de la siguiente manera:
- Los bonos serían emitidos en bolivianos con mantenimiento de valor respecto del dólar de los Estados Unidos. El pago de capital e intereses se realizaría en bolivianos.
- Cada serie será emitida a la orden de: AFP Futuro Bolivia S.A. y AFP Previsión BBV S.A. para el Fondo de Capitalización Individual (FCI).
- Los Bonos del Tesoro devengarían una tasa de interés de 8% anual y tendrán un plazo de 15 años a partir de la emisión de cada serie.
En los últimos años del neoliberalismo, la deuda interna provino en su mayor parte de la emisión de títulos públicos en favor de las AFPS. Esta acción se produce desde el inicio de la reforma del sistema de pensiones neoliberal y tenía como objetivo brindar un mayor y más seguro rendimiento al nuevo sistema de pensiones, otorgándoles elevados rendimientos a sus inversiones con títulos valor públicos que a la larga deberán ser pagados por todos los bolivianos y generar una nueva fuente de financiamiento interno del déficit fiscal.
Según el D.S. No 25513 de 17 de septiembre de 1999 se autoriza al TGN a emitir bonos en moneda nacional, moneda extranjera y moneda nacional con mantenimiento de valor para cubrir necesidades de financiamiento en los casos de: i) operaciones del TGN obligaciones de deuda pública, iii) respaldo de créditos recibidos por instituciones públi- cas, y iv) otras operaciones excepcionales.
4 CENOCREN: Certificados de Notas de Crédito Negociables; NOCRES: Notas de Crédito Fiscal
CEDEIM: Certificados de devolución de impuestos.
Según la Ley No 2434 de 21 de diciembre de 2002 se establece la actualización de las obligaciones del Estado según la variación de la Unidad de Fomento de Vivienda (UFV).
Producto del enorme déficit fiscal, el gobierno neoliberal de turno dispuso que a partir de enero de 2003, según R.M. No 1355 de 27 de diciembre de 2002, los bonos sean colocados en bolivianos con mantenimiento de valor con respecto a las UVF, con un límite anual de emisión de 1.000 millones de UFV y una tasa de interés de 5% anual pagadera en UFV mediante cupos anuales (anteriormente era de 8% sobre el principal). El 60% de estos bonos tendrá un plazo de 15 años y el restante 40% con un plazo de 9 años. Anteriormente existía únicamente un plazo de 15 años.
El año 2005, producto de este conjunto de medidas hubo una recomposición de la deuda interna de la siguiente manera: el TGN redujo su saldo de deuda principalmente en letras en moneda extranjera en apenas $us 193 millones con respecto a 2004; sin embargo, también disminuyó el saldo en moneda nacional en $us70 millones y aumentó su saldo en UFV por el equivalente a $us499 millones. Este cambio afectó el calce de monedas del sector público entre sus ingresos (principalmente en moneda nacional) y la deuda pública. También, en este año la composición por plazos no era muy favorable debido a que el 33% del saldo la deuda interna se encontraba a plazos menores o iguales a 5 años. Además, se fueron incrementando los costos de financiamiento, al incrementarse progresivamente el saldo de la deuda colocada en UFV.
Es importante destacar que hasta la gestión 2005, el componente más importante de la deuda del TGN con el sector privado correspondió a los bonos adquiridos por las AFPs.
Como resultado de todas estas acciones, la composición de la deuda pública interna por
sector acreedor fue la siguiente:
En el siguiente cuadro, se presenta la deuda pública interna diferenciada por monedas:
Como se observa, a fines de 2005 la deuda del TGN en moneda nacional tiene una par- ticipación de apenas el 8,9%, la deuda en UFV el 51,1% y, finalmente, en moneda extran- jera el 40,1%. Este aspecto demuestra la política dolarizadora del sector público a la hora de financiar su déficit fiscal.
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