Como se señaló anteriormente, luego de la manifestación de la crisis de los años ochenta en nuestro país que derivó en un proceso hiperinflacionario hasta mediados de 1985, se implantó una serie de reformas cuyo centro gravitacional fue el individualismo, el mercado y la iniciativa privada. Dentro de esta crisis, también se tuvo que lidiar con el endeudamiento externo que contrajo la dictadura banzerista entre los años 1971 y 1978.
Las reformas del año 1985 también estuvieron influenciadas por la crisis de la deuda que estalló en América Latina en 1982. Así, "el cambio de rumbo en la orientación de la economía y del eje de generación de excedentes también está relacionado con la situación de la deuda externa" (Villegas, 2001: 292).
Ante esa situación fue imperioso considerar, en el diseño del programa de estabilización económica, la relación con los organismos multilaterales para la solución o la reprogramación del pago del servicio de la deuda externa con los distintos acreedores.
Para la obtención de recursos monetarios existen dos fuentes principales: uno, la gene- ración de excedente económico al interior del país y, dos, la obtención de divisas a través del comercio exterior y/o nuevo endeudamiento.
Puesto que el Estado era el principal deudor, la obtención de recursos, en este caso con fines de pago del servicio de la deuda externa, fue realizada en los dos frentes, es decir, tanto en el interior del país como en el exterior del país.
En el interior del país es claro que la obtención de recursos se dio a partir del Presupuesto General de la Nación, es decir, procurando mayores ingresos y reduciendo los gastos públicos, aspectos que estaban en línea con el objetivo de disminuir el déficit fiscal. Para la obtención de divisas se realizaron dos tipos de acciones: uno, procurar incrementar la producción interna y, dos, vender esta producción al mercado exterior para generar divisas.
Como la orientación del modelo neoliberal era la privatización de la producción, el Estado solamente podía dar incentivos a la producción privada, especialmente a aquella considerada el motor del modelo económico neoliberal que era el sector privado exportador, para que éste genere las divisas necesarias para el desenvolvimiento de toda la economía y posteriormente, por los mecanismos del bolsín y la venta de dólares al Banco Central de Bolivia, el sector público pudiera contar con estas divisas para honrar el servicio de la deuda externa. Adicionalmente, el Estado podía obtener recursos para el pago de la deuda externa a partir de la recaudación impositiva, aranceles y regalías de todos los sectores.
En la práctica la obtención de recursos internos y los ajustes que se realizaron en el Presupuesto los obtuvieron comprimiendo algunas partidas como ser salarios, subvenciones, contención de los gastos en salud, educación, inversión pública, etc., cuyos ahorros se destinaron a los pagos al exterior.
La obtención de recursos vía mayores impuestos no se pudo lograr, porque implicaba reactivar la producción interna, diversificar las exportaciones y mejorar la productividad y las ganancias de competitividad del sector privado, algo ambicionado por el modelo neoliberal que no se pudo evidenciar.
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