Las causas de la pobreza en Bolivia tienen raíces estructurales, producto de las políticas económicas y sociales aplicadas por los distintos gobiernos neoliberales de turno.
En la historia de la formación social boliviana, encontramos en el sistema colonial un sistema de saqueo y explotación irracional de los recursos naturales, principalmente meta. les preciosos como el oro y la plata, y sin duda la sobreexplotación de la fuerza de trabajo indígena. Durante la república, se continuó con la explotación, principalmente minera en el último tercio del siglo XIX la plata y en buena parte del siglo XX el estaño, así como la goma, petróleo, gas y otros recursos naturales. En 180 años de vida republicana la economía boliviana, con una matriz productiva básicamente primario-exportadora, fue explotada en beneficio de pequeños núcleos oligárquicos que tenían el poder económico y político del país y se enriquecieron a costa de la miseria de la mayoría de los bolivianos, principalmente indígenas y obreros, y de los recursos del Estado.
En la última coyuntura política que duró de 1985 al 2005, en el país se aplicaron políticas neoliberales de la manera más dogmática posible, privatización de las empresas públicas, liberalización de los mercados de bienes y servicios, del dinero y del trabajo, con la libre contratación, congelamiento salarial, etc., es decir la estructuración de un nuevo patrón de acumulación basado en la apropiación del excedente por el capital privado, políticas que indudablemente profundizaron la situación de pobreza estructural en el país y la desigual distribución del ingreso.
El modo de producción dominante en la formación social boliviana es el capitalista, esto significa que en la economía boliviana opera la ley fundamental del capitalismo que es la producción de plusvalía, basada en la explotación de la fuerza de trabajo. En la coyuntura neoliberal se exacerbó la explotación de los trabajadores retrocediendo a épocas de extracción de plusvalía absoluta y hasta extraordinaria, como en épocas de la acumulación originaria del capital, lo que significó niveles de sobreexplotación de los trabajadores. Por otro lado , la ley de la acumulación capitalista explica como en una sociedad capitalista la riqueza se concentra en pocas manos (ricos), y en el otro polo de la sociedad los pobres se hacen más pobres. Así, los mecanismos de la generación de plusvalor y de la acumulación capitalista van creando un ejército de desocupados cada vez mayor, empeorando las condiciones de pobreza en la sociedad.
Esto fue lo que vivimos en la coyuntura de 1985 al 2005, las políticas neoliberales agravaron la situación de pobreza en el país.
Lamentablemente no existe una base estadística sólida que nos permita observar la evolución de esta variable social; sin embargo, haremos referencia a distintos estudios se que han efectuado sobre esta materia que nos permiten una aproximación cercana a la realidad.
Trabajos del Banco Mundial de pobreza en el área urbana nos muestran una incidencia de pobreza de 60,1% para 1989 y de 61,6% para 1993, y una incidencia de extrema pobreza de 28,1% para 1989 y de 29,3% para 1993. En esta primera fase de la aplicación del plan de estabilización y las reformas estructurales en Bolivia, se muestra el agravamiento de la pobreza moderada y la extrema pobreza.
Datos posteriores producidos por Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), usando el método de la línea de la pobreza, muestran que la incidencia de pobreza moderada para el año 1996 fue 64,8%, para el 2000, 66,4%, y para el 2005, 60,6%. Con relación a la incidencia de pobreza extrema, para la gestión 1996 esta fue 41,2%, para el año 2000, 45,2%, y en 2005, 38,2%. Estos datos se agravan en el área rural, dado que para el año 1996 se observó una pobreza moderada de 84,4%, para el año 2000, 87,0%, y para el 2005, 77,6%; la incidencia de pobreza extrema en el área rural para el año 1996 fue 67,8%, para el 2000 ésta se situó en 75,0% y para el 2005 fue de 62,9%.
Esta radiografía nos muestra al año 2000 como el más grave, aunque con una tendencia sin grandes cambios en los 20 años de neoliberalismo. Así, el año 2000, 66 de cada 100 bolivianos estaban bajo la línea de la pobreza y 45 de cada 100 en condiciones de extrema pobreza. En el área rural, como dijimos, la situación era más delicada aún, el mismo año 2000, 87 de cada 100 bolivianos estaba bajo la línea de la pobreza y 75 de cada 100 habitantes en extrema pobreza.
En síntesis, en el período neoliberal el mayor problema de la sociedad boliviana era la pobreza, que lamentablemente no pudo superarse en más de 20 años de ejercicio de la economía de mercado
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