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lunes, 22 de diciembre de 2014

Medidas recientes. - I

En los últimos años, los gobiernos han tomado algunas medidas para fomentar el libre comercio o ampliar los mercados. Entre las más importantes se encuentran las siguientes: 
  • En 1987, Estados Unidos y Canadá negociaron una serie de principios para fomentar el libre comercio entre los dos países. Este acuerdo fue especialmente importante, ya que Canadá es el mayor socio comercial de Estados Unidos: el volumen total de comen 10 entre los dos países ascendió a 176.000 millones de dólares en 1990. Canadá tiene algunos de los aranceles más altos de los grandes países industriales y reduce la inversión extranjera por motivos nacionalistas Los economistas han estimado que un acuerdo de libre comercio elevaría las rentas reales canadienses un 5 por ciento y las de Estados Unidos un 1 por ciento en las dos próximas décadas. 
  • Los 15 países que integran la Unión Europea (UE) están avanzando en su plan escalonado de desarrollar un mercado común con pocas o nulas barreras al comercio internacional en el área europea. El primer paso consistirá en eliminar todos los aranceles y barreras comerciales reguladoras que existen entre ellos. Este paso debía haber concluido en 1992; sin embargo, el objetivo resultó ser demasiado ambicioso y el proceso prosigue, aunque a un ritmo algo más lento de lo previsto. El segundo paso consiste en ampliar la UE (y su zona de libre comercio) negociando con Noruega, Austria, Suecia y Finlandia las condiciones de su integración. Esta UE ampliada tendría un mercado suficientemente grande para competir con el de Norteamérica.
  • La propuesta más ambiciosa y controvertida para reducir las barreras arancelarias ha sido el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA), que fue debatido acaloradamente y aprobado por un estrecho margen en 1993. México es el tercer mayor socio comercial de Estados Unidos y la mayor parte del comercio entre los dos consiste en bienes manufacturados. El NAFTA no sólo permitirá que los bienes traspasen las fronteras libres de aranceles, sino que también liberalizará las reglamentaciones a que están sometidas las inversiones de Estados Unidos y Canadá en México. Los defensores del plan sostienen que hará posible una división más eficiente del trabajo y permitirá a las empresas de Estados Unidos competir mas eficazmente con las de otros países, mientras que quienes lo critican, especialmente \OÍ sindicatos, creen que aumentará la oferta de bienes producidos por mano de obra poco cualificada y reducirá, por tanto, los salarios de los trabajadores de los sectores afectados.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Negociación en favor del libre comercio

Al final de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional creó una serie de instituciones para fomentar 1. paz y la prosperidad económica por medio de medidas decooperación. Una de las que más éxito tuvo fue el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), cuyos estatutos hablaban de elevar los niveles de vida mediante una «reducción significativa de los aranceles y de otras barreras comerciales y la eliminación del trato discriminatorio en el comercio internacional». El GATT cuenta actualmente con cerca de 100 países miembros, que representan un 85 por ciento del comercio internacional. Entre los principios en los que se basa se encuentran los siguientes: 1) los países deben esforzarse por reducir las barreras comerciales; 2) todas las barreras comerciales deben aplicarse sin un carácter discriminatorio (es decir, todos los países deben disfrutar del status de «país más favorecido»; 3) cuando un país eleve sus aranceles más de lo acordado, debe compensar a sus socios comerciales por los perjuicios económicos, y 4) los conflictos comerciales deben resolverse por medio de la celebración de consultas y del arbitraje.
La historia de las negociaciones comerciales na sicio uno de los principales éxitos de la cooperación económica internacional. Cada cierto número de años, los principales países industriales se reúnen bajo los auspicios del GATT para identificar las principales barreras comerciales y negociar su eliminación. En 1993 concluyó la «ronda Uruguay». Además de perseguir el objetivo tradicional de reducir los aranceles y los contigentes, la nueva ronda persiguió los objetivos más ambiciosos de reducir las barreras comerciales y las subvenciones a la agricultura y eliminar los contingentes sobre los textiles; también ha extendido el libre comercio a los servicios y a la propiedad intelectual. Desde 1995, el GATT se denomina «Organización Mundial do Comercio» (OMC); ésta tendrá muchos más poderes para aplicar los acuerdos comerciales internacionales y tiene la misión de concluir las labores inacabadas en la ronda Uruguay.

sábado, 20 de diciembre de 2014

NEGOCIACIONES COMERCIALES MULTILATERALES

Dada la batalla entre los beneficios económicos del libre comercio y el atractivo político de la protección, ¿qué factor ha vencido? La historia de los aranceles de Estados Unidos, mostrada en la Figura 35-10, ha sido desigual. Estados Unidos ha sido durante la mayor parte de su historia un país de elevados aranceles. El momento máximo corresponde a la época posterior al infame arancel SmootMawley de 1930, al que se opusieron casi todos los economistas norteamericanos, pero que salió victorioso en el Congreso. 
Las barreras arancelarias levantadas durante la Depresión contribuyeron a elevar los precios y exacerbaron malestar económico de ese periodo. Los años treinta fueran testigos de guerras comerciales, en las cuales los países intentaron elevar el empleo y la producción levantando barreras arancelarias a expensas de sus vecinos. Pronto aprendieron que al final del juego de los aranceles todos perdían

viernes, 19 de diciembre de 2014

Otras barreras ai comercio

Aunque en este capítulo nos hemos referido principalmente a los aranceles, casi todas las observaciones también se aplican a cualquier otro obstáculo al comercio. Los contingentes producen aproximadamente los mismos efectos que los aranceles, pues impiden que las ventajas comparativas de los diferentes países determinen los precios y los niveles de producción en el mercado. En los últimos años, los países han negociado contingentes con otros países. Estados Unidos, por ejemplo, ha obligado a Japón a establecer «contingentes «voluntarios» sobre las exportaciones de automóviles y contingentes similares sobre las exportaciones de televisores, calzado y acero. 
Finalmente, debemos mencionar las llamadas barreras no arancelarias (BNA), que consisten en restricciones o regulaciones informales que dificultan a los países la venta de sus bienes en mercados extranjeros. Por ejemplo, las empresas norteamericanas se quejaron de que las reglamentaciones japonesas les impedían entraren los sectores de telecomunicaciones, tabaco y construcción.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Los aranceles y el desempleo.

Históricamente, uno de los argumentos más poderosos en favor de la protección ha sido el deseo de aumentar el empleo durante los períodos de recesión o de estancamiento. La protección crea empleo elevando los precios de las importaciones y desviando demanda hacia la producción nacional; la Figura 35-8 muestra este efecto. Al aumentar la demanda nacional, las empresas contratarían más trabajadores y disminuiría el desempleo 4. Se trataría también de una política de empobrecer al vecino, pues elevaría la demanda nacional a expensas de la producción y el empleo de otros países. Sin embargo, aunque la protección económica puede elevar el empleo, no constituye un programa eficaz para conseguir un elevado empleo, eficiencia y precios estables. El análisis macroeconómico muestra que hay mejores maneras de reducir el desempleo, además de la protección contra las importaciones. Utilizando correctamente la política monetaria y la fiscal, un país puede aumentar la producción y reducir el desempleo. Por otra parte. Ja utilización de medidas macroeconómicas generales permite a los trabajadores desplazados de los puestos de trabajo de baja productividad de las industrias que están perdiendo su venlaja comparativa trasladarse a los puestos de elevada productividad de las industrias que tienen una ventaja comparativa.
Esta lección quedó ampliamente demostrada durante los años ochenta. Entre 1982 y 1987, Estados Unidos creó 15 millones de puestos manteniendo al mismo tiempo un mercado abierto y bajos aranceles y aumentando acusadamente su déficit comercial: en cambio, los países europeos no crearon casi ningún puesto y mostraron superávit comerciales.
Otra manera de analizar la influencia de las barreras comerciales en el empleo es medir el «coste de los puestos creados restringiendo las importaciones». Numerosos estudios económicos han analizado el coste económico que se impone cuando se establecen aranceles o contingentes sobre una industria. Consideremos, por ejemplo, el establecimiento de contingentes voluntarios sobre las importaciones norteamericanas de automóviles japoneses en los años ochenta. Según los estudios oficiales, estos contingentes aumentaron el empleo en la industria del automóvil en 30.000 trabajadores aproximadamente entre 1983 y 1984. Se estima que por los 7 millones de automóviles comprados anualmente en ese período los consumidores pagaron por automóvil una media de 500$ más de lo que habrían pagado si no hubiera habido contingentes. El coste por puesto de trabajo para el consumidor fue, en promedio, de unos 3.500 millones de dólares/30.000 = algo más de 100.000S por puesto Este tipo de cálculos muestra que la protección es sumamente ineficiente para elevar el empleo. En suma: 

Los aranceles y la protección contra las importaciones son ineficientes para crear empleo o reducir el desempleo. Es más eficaz la política monetaria y fiscal nacional.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Los aranceles protectores de las «industrias nacientes».

Alexandcr Hamilton propuso en su famoso Report on Manufactures (1791) fomentar el crecimiento de la industria protegiendo a las jóvenes de la competencia extranjera. Según esta doctrina, que fue apoyada con cautela por los economistas partidarios del libre comercio como John Stuart Mili y Alfred Marshall, hay sectores en los que un país podría tener una ventaja comparativa con sólo ayudarlos a ponerse en marcha. Esas «industrias nacientes» no serian capaces de sortear el período inicial de puesta en marcha y experimentación si tuvieran que hacer frente desprotegidas al ventarrón de la competencia internacional. Sin embargó, con una ayuda temporal, podrían desarrollar las economías de la producción en serie, una mano de obra cualificada, unos inventos bien adaptados a la economía local y la eficiencia tecnológica característica de muchas industrias maduras. Aunque la protección elevara al principio los precios que pagaría el consumidor, la industria sería tan eficiente una vez desarrollada que bajarían, de hecho, los costes y los precios. Un arancel estaría justificado si los beneficios que reportara a los consumidores más tarde fueran suficientemente grandes para compensar los altos precios soportados durante el período de protección. 
Este argumento debe sopesarse con cautela. Los estudios históricos muestran algunos casos reales de industrias nacientes que se desarrollaron y lograron valerse por sí solas. Y algunos estudios de los países que han conseguido industrializarse recientemente (como Singapur y Corea) indican que a menudo éstos nan protegido sus industrias manuí'actu-re ras de las importaciones durante las primeras fases de la industrialización. Pero la historia de los aranceles revela aún más casos contrarios de industrias eternamente protegidas que no han dejado los pañales después de muchos anos.

martes, 16 de diciembre de 2014

El argumento de la relación de intercambio o el «arancel óptimo».

Un argumento válido para imponer aranceles es que desplazarán la relación de intercambio en favor del país que los imponga y en contra del extranjero. (Recuérdese que la relación de intercambio representa el cociente entre los precios de las exportaciones y los precios de las importaciones.) Este argumento se basa en la idea de que cuando un gran país establece aranceles sobre las importaciones, éstos reducen el precio mundial de sus importaciones, al tiempo que aumentan los precios de sus exportaciones. Al desplazar la relación de intercambio en favor de un país, éste puede exportar menos trigo y aviones para pagar las importaciones de petróleo y automóviles. El conjunto de aranceles que maximiza las rentas reales interiores cíe un país se denomina arancel óptimo.
El argumento de la relación de intercambio data de hace 150 años, se debe al defensor del libre comercio John Stuart Mili y ha sido desempolvado recientemente por los teóricos del comercio. Es el único que sería válido en condiciones de pleno empleo y competencia perfecta. Podemos comprenderlo considerando el sencillo ejemplo del arancel óptimo sobre el petróleo en el caso de un país grande. Un arancel óptimo sobre el petróleo elevaría el precio nacional con respecto al extranjero. Pero como disminuiría su demanda como consecuencia y como constituiría una parte significativa de la demanda mundial de petróleo, el precio mundial de mercado bajaría, por lo que parte del arancel recaería, en realidad, sobre los extranjeros. (Vemos que un país muy pequeño no podría utilizar este argumento, ya que no puede influir en los precios mundiales.) ¿No hemos encontrado entonces un argumento teóricamente seguro en favor de los aranceles? La respuesta sería afirmativa si pudiéramos olvidarnos de que se trata de una política de «empobrecer al vecino» y no tener en cuenta las reacciones de otros países. 
Sin embargo, probablemente éstos reaccionarán. Después de todo, si Estados Unidos impusiera un arancel óptimo de un 30 por ciento sobre sus importaciones, ¿por qué la Unión Europea. Japón y Brasil no iban a imponer un arancel de 30 ó 40 por ciento sobre las suyas? A la larga, como todos los países harían cálculos e impondrían su propio arancel óptimo nacional, el nivel global de aranceles podría ascender a 30 ó 50 por ciento. A la larga, seguramente esa situación no mejoraría ni el bienestar económico mundial ni el individual. Cuando todos los países imponen aranceles óptimos, es probable que disminuya el bienestar económico de todo el mundo, ya que aumentan los obstáculos al libre comercio. Todos se beneficiarían si suprimieran las barreras comerciales.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Argumentos potencialmente válidos en favor de la protección

Consideremos, por último, tres argumentos en favor de la protección que pueden tener un verdadero mérito económico: 

• Los aranceles pueden alterar la relación de intercambio en favor de un país. 

• La protección arancelaria temporal de una «industria infantil» que tiene un potencial de crecimiento puede ser eficiente a largo plazo. 

• En determinadas condiciones, los aranceles pueden ayudar a reducir el desempleo.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Ayuda para hacer frente a las importaciones

En Estados Unidos y en otros países, las empresas y los tra bajadores que resultan perjudicados por la competencia extranjera intentan conseguir protección en forma de aran celes o de contingentes. Actualmente, el Congreso de Es jados Unidos se ocupa relativamente poco de la cuestión dos aranceles. Este se dio cuenta de que la política arancelaria era demasiado controvertida y ereó unos organismos especializados para examinar las quejas. Generalmente h solicitud de ayuda es analizada por el Departamento de Comercio y la Comisión de Comercio Exterior (Interna tional Trade Comunión) de Estados Unidos Entre las medidas de ayuda se encuentran las siguientes-
• La clausula de descuelgue fue popular en épocas anteriores. Prevé la concesión de ayuda temporal para hacer trente a las importaciones (los aranceles los contingentes de importaciones o los contingentes de exportaciones negociados con otros países) cuando una industria ha resultado «perjudicada» por las importaciones. Una industria resulta perjudicada cuando su producción, su empleo y sus beneficios hgn disminuido y las importaciones han aumentado. 
• Los aranceles antidumping se aplican cuando un país vende a otro a precios inferiores a sus costes medios o a precios más bajos que los que cobra en el mercado nacional. Cuando se observa esta práctica, se establece un gravamen sobro el bien importado. 
• Los gravámenes compensatorios se establecen cuando los extranjeros subvencionan las exportaciones a Estados Unidos. Este tipo de ayuda es la que ha conseguido mayor popularidad y se ha aplicado en cientos de casos.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Aranceles de represalia.

Aunque algunas personas estén de acuerdo en que un mundo de libre comercio es el mejor de todos los mundos posibles, señalan que no es el mundo en el que vivimos. Afirman: «Mientras otros países limiten las importaciones o discriminen a nuestros productos, no tendremos más remedio que jugar al mismo juego para defendernos. 
Estaremos de acuerdo con el llore comercio mientras sea limpio. Pero debemos jugar en igualdad de condiciones.» Aunque este argumento parece sensato, no está bien fundamentado en el análisis o la historia económicos. Como hemos visto, cuando otro país eleva sus aranceles, es como si elevara sus costes de transporte. 
Pero si Francia decidiera frenar el comercio poniendo minas en sus puertos, ¿deberíamos minar los nuestros? Pocos pensarían que sí. Del mismo modo, si otros países decidieran reducir su vitalidad económica imponiendo aranceles sobre sus importaciones, no sería sensato perjudicarnos aún más imponiendo también nosotros aranceles. 
El único sentido posible del argumento de que debemos tomar represalias cuando un país eleva sus aranceles es que nuestra amenaza pueda disuadirle de elevarlos. Esa fue la justificación que dio explícitamente el gobierno de Estados Unidos cuando defendió en 1982 la protección (en el Economic Report of the President):
La intervención en el comercio internacional... aun cuando sea costosa para la economía de Estados Unidos a cono plazo, puede estar justificada, sin embargo, si cumple el propósito estratégico de elevar el coste de la política intervencionista de otros gobiernos. Así pues, unas medidas debidamente diseñadas pueden desempeñar un importante papel... destinado a convencer a otros países de que reduzcan las distorsiones de su comercio.

jueves, 11 de diciembre de 2014

La competencia de/ trabajo extranjero barato.

El argumento más convincente en favor de la protección es que el libre comercio expone a los trabajadores de Estados Unidos a la competencia de trabajadores extranjeros muchc más baratos. Según este argumento, la única manera preservar ios elevados salarios de Estados Unidos es piv. teger a los trabajadores interiores manteniendo alejados los bienes producidos en jos países de bajos salarios o poniéndoles elevados aranceles. Una versión extrema esta afirmación es que en condiciones de libre comercio salarios de Estados Unidos convergerían con los salari extranjeros mucho más bajos. Este argumento fue o'cfe:\ do a bombo y platillo por el candidato presidencial Ross Perot durante los debates sobre el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio (NAf-TA) (véase la cita que encabeza este capítulo).
Este argumento es superficialmente atractivo, pero tiene un gran fallo: no tiene en cuenta el principio básico de la ventaja comparativa. La razón por la que $ps trabajadores norteamericanos ganan unos salarios más altos se halla en que son, en promedio, más productivos. Si su salario de equilibrio es tres veces el de México, es porque son, en promedio, alrededor de tres veces más productivos en la fabricación de bienes que pueden comerciarse. Ei comercio fluye de acuerdo con la ventaja comparativa y no de acuerdo con la ventaja absoluta.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Aranceles para proteger a grupos de intereses especiales.

La fuente más importante de presión en favor de los aranceles protectores proviene de poderosos grupos de intereses especiales. Tanto las empresas cormHos trabajadores saben muy bien que un arancel sobre sus productos les ayuda, cualesquiera que sean sus consecuencias para la producción y el consumo. Adam Sinirh lo comprendió muy bien cuando escribió: Esperar libertad de comercio es tan absurdo como esperar la Utopía. No sólo se oponen irresistiblemente a ella los prejuicios del público, sino, lo que es mucho más invencible, los intereses privados de muchos individuos.
Si el libre comercio es tan beneficioso para el país en su conjunto, ¿por qué los defensores del proteccionismo continúan teniendo tanta influencia en el Congreso? Los pocos que se benefician ganan mucho con la protección y, por lo tanto, dedican mucho dinero a presionar a los políticos. En cambio, el arancel sobre un producto afecta levemente a los consumidores, por lo que las pérdidas son pequeñas y están repartidas y el individuo tiene pocos incentivos para gastar recursos en expresar sus opiniones sobre cada arancel. Hace cien años se utilizaba el soborno directo para conseguir los votos necesarios para que se aprobara una ley arancelaría. Actualmente, hay en Estados Unidos poderosos comités de acción política (PAC) financiados por los sindicatos o las empresas que reúnen abogados y solicitan apoyo para los aranceles o los contingentes sobre los textiles, la madera, los automóviles, el acero, el azúcar v otros bienes.
Si los votos políticos estuvieran en proporción exacta al beneficio económico total, iodos los países abolirían la mayoría de los aranceles. Pero los dólares de intereses económicos no siempre tienen una representación proporcional. Es mucho más difícil organizar a las masas de con sumidores y productores para que clamen en favor de las ventajas del libre comercio que organizar a unas poras compañías o sindicatos para que hagan propaganda m con tra del «trabajo mexicano barato» o «de la compcunna M ponesa desleal». En todos los países, los im un-ibUs mr migos del libre comercio son los inferí Mpetfl ih la empresas y los trabajadores protegidos

martes, 9 de diciembre de 2014

Argumentos poco sólidos en favor de los aranceles

El mercantilismo. Se ha atribuido a Abraham Lincoln la siguiente afirmación: «Yo no sé gran cosa de aranceles. Lo que sí sé es que cuando compro una chaqueta de Inglaterra, yo me quedo con la chaqueta e Inglaterra con el dinero. mientras que si la compro en Estados Unidos, yo me quedo con la chaqueta y Estados Unidos con el dinero.» Este razonamiento es una antigua falacia característica de los llamados escritores mercantilistas de los siglos xvu y xvm. Éstos consideraban afortunado al país que vendía más bienes de los que compraba, pues una balanza de comercio tan «favorable» significaba que entraba oro en el país para pagar su exceso de exportaciones. El argumento mercantilista confunde los medios con los fines. La acumulación de oro o de dinero no mejora el nivel de vida de un país. L1 dinero no posee valor por sí mismo, sino por lo que puede comprarse con él en otros países. Actualmente, la mayoría de los economistas rechaza, pues. Ja idea de que la recaudación de aranceles para tener un superávit comercial mejora el bienestar económico de un país.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Objetivos no económicos

Si alguna vez le toca al lector participar en una controversia académica y se le asigna el papel de defensor del libre comercio, reforzará su defensa si admite, desde el primer momento, que el bienestar económico no es el único objetivo de la vida. No hay duda de que un país no debe sacrificar su libertad y su seguridad nacional para obtener del comercio unos pocos dólares de renta adicional. Un buen ejemplo es el caso de la industria de semiconductores de Estados Unidos. En la década de 1980, el De parlamento de Defensa afirmó que sin una industria de semiconductores independiente, el ejército dependería excesivamente de los proveedores de chips de Japón y de otros países para el armamento de alta tecnología. Esta idea llevó a acordar proteger la industria. Los economistas se nos traron escépticos respecto al valor de esta postura. Su argumentación no ponía en cuestión el objetivo de la seguridad nacional, sino que centraba la atención en la eficiencia de los medios utilizados para lograr el resultado deseado. Pensaban que la protección era más cara que una política destinada a la industria, por ejemplo, una subvención o un programa para comprar un número mínimo de chips de alfa calidad. La seguridad nacional no es el único objetivo no económico de la política comercial. Los países pueden desear preservar sus tradiciones culturales o su medio ambiente. Francia ha afirmado rccieniemenle que su cultura nacional necesita protegerse de películas norteamericanas como Termina tor 2. Se teme que una oleada de productos de Holly- wood inunde la industria cinematográfica francesa, por lo que Francia ha mantenido rigurosos contingentes sobre el número de películas y espectáculos norteamericanos que pueden importarse, defendiendo su postura a pesar de las fuertes presiones ejercidas por Estados Unidos en la ronda más reciente de negociaciones comerciales. Otro ejemplo es la decisión del gobierno suizo de prohibir el paso de camiones por Suiza en un intento de preservar Ja tranquilidad y el aire de sus valles montañosos.

sábado, 6 de diciembre de 2014

ANÁLISIS ECONÓMICO DEL PH3TECCIONISMO

Los argumentos a favor de la protección por medio de aranceles o de contingentes de la competencia de las importaciones extranjeras son de muchos tipos. He aquí los principales: 
• Los argumentos no económicos que sugieren que es deseable sacrificar bienestar económico a firi de subvencionar otros objetivos nacionales 
• Aquellos que se deben a que no se comprenden correctamente la lógica económica, como el principio de la ventaja comparativa 
• Algunos análisis que no son válidos en un mundo perfectamente competitivo y de pieno empleo, pero que contienen alguos gérmenes de verdad cuando el país es lo suficientemente grande para influir en sus precios de importación o exportaran, así como cuando padece desempleo. Muchos de estos argumentos tienen cien años; otros han sido expuestos por una escuela conocida con el nombre de «nuevo análisis económico internacional».

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Ejemplo: aranceles y textiles.

Rellenemos algo este esqueleto analítico examinando las consecuencias de un arancel específico, por ejemplo, de un arancel sobre el vestido. Actualmente, los aranceles sobre las importaciones de textiles y confección se encuentran entre los más altos de Estados Unidos (véase el Cuadro 35-2). ¿Cómo afectan estos elevados aranceles a los consumidores y a los productores ? En primer lugar, el arancel sube los precios de la confección nacional; cuesta más comprar un traje o un vestido que en condiciones de libre comercio.
Como consecuencia de la subida de los precios, muchas fábricas que habrían quebrado, dada su menor ventaja comparativa en la producción de textiles, continúan abiertas. Apenas son rentables, pero consiguen de alguna manera suficientes ventas para continuar produciendo. También hay algunos trabajadores más empleados en este sector, aunque debido a las presiones de la competencia extranjera los sdarios del textil se encuentran entre los más bajos de la industria manufacturera.
Desde el punto de vista nacional, Estados Unidos está despilfarrando recursos en los textiles. Estos trabajadores, materias primas y capital se utilizarían más productivamente en otros sectores, tal vez en la producción de computadoras, maíz o aviones.
El potencial productivo del país es menor debido a que mantiene factores de producción en una industria en la que ha perdido su ventaja comparativa. Los consumidores están pagando, desde luego, esta protección de la industria textil con unos precios más altos. Su renta les reporta menos satisfacción que si pudieran comprar textiles a Hong Kong, Corea o China a unos precio* a los que no se añadieran los elevados aranceles.
Los consumidores se ven inducidos a reducir su compra de vestido, canalizando los fondos hacia los alimentos, el transporte o las actividades recreativas. cuyos precios han bajado relativamente como consecuencia del arancel. Por otro lado, el Estado obtiene algunos millones de dólares de ingresos generados por los aranceles sobre los textiles. Éstos pueden utilizarse para comprar bienes públicos o para reducir otros impuestos, por lo que (a diferencia de lo que ocurre con la pérdida del consumidor o de la ineficiencia productiva), no se trata de una verdadera carga social.
Una vez concluido el análisis de la influencia Je los aranceles en el precio y la cantidad de un bien, pasamos a examinar los argumentos a favor y en contra de la prolección de las industrias nacionales del comercio exterior.

martes, 2 de diciembre de 2014

Los costes económicos de los aranceles - II

El área A es la pérdida neta que se registra porque la producción interior es más costosa que la extranjera. Cuando sube el precio interior, las empresas se ven inducidas a aumentar la utilización de capacidad interior relativamente costosa. Producen hasta el punto en el que el coste marginal es de 6$ por unidad (en lugar de 4$ por unidad en condiciones de libre comercio). Las empresas reabren las antiguas fábricas ineficientes o aumentan los turnos en las existentes. Desde el punto de vista económico, la utilización de estas plantas de altos costes es ineficiente, pues el nuevo vestido producido por estas fábricas a un coste marginal medio del 5S podría comprarse en el extranjero a 4$. El nuevo coste social de esta producción relativamente costosa es el área A y es igual a 50$. 
• Al ser más alto el precio, el país experimenta, además, una pérdida neta representada por el área C. Es la pérdida de excedente del consumidor que no puede contrarrestarse con los beneficios de las empresas o los ingresos arancelarios. Es fácil ver que esta área también es de 50$.
Por lo tanto, la pérdida social total generada por el arancel es de 100$ calculada de las dos formas. La Figura 35-9 muestra una característica que es importante para comprender la política y la historia de los aranceles. Cuando se establece un arancel, éste incide, en parte, en la eficiencia económica, pero sobre todo en la redistribución. En el ejemplo de la Figura 35-9, las áreas A y li representan pérdidas de eficiencia derivadas de la elevada producción nacional y del bajo consumo, respectivamente. Partiendo de los supuestos simplificadores utilizados antes, las pérdidas de eficiencia son iguales a los dos pequeños triángulos y suman 100$. Sin embargo, la redistribución implícita es mucho mayor e igual a los 200S de aranceles cobrados a los consumidores de Ja mercancía más 250$ de mayores beneficios. Los consumidores estarán insatisfechos con el mayor coste del producto, mientras que los productores nacionales y los trabajadores de esas empresas se beneficiarán. Vernos por qué las batallas sobre la restricción de las importaciones suelen centrarse más en las ganancias y las pérdidas redistributivas que en las cuestiones relacionadas con la eficiencia económica.
La imposición de un arancel produce tres efectos. Fomenta la producción nacional ineficiente; exige a los consumidores reducir sus compras del bien al que se ha aplicado el arancel por debajo del nivel eficiente y recauda ingresos para el lisiado. Sólo los dos primeros efectos imponen necesaiianvnle costes de eficiencia a la economía.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Los costes económicos de los aranceles - I

Los costes económicos de los aranceles ¿Que ocurre cuando América establece un arancel de 2$ sobre el vestido, como en la Figura 35-8? Se producen tres efectos: I) los productores nacionales, al actuar bajo el paraguas de precios que proporciona el arancel, ahora pueden expandir la producción; 2) los consumidores se encuentran con unos precios más altos y, por lo tanto, reducen su consumo, y 3) el listado recauda los ingresos derivados del arancel. 
Los aranceles crean ineficiencia ce-ouómica. Más concretamente, cuando se imponen aianceles, la pérdida económica que experimentan los consumí dores es superior a los ingresos que recauda el lado más los beneficios adicionales que obtienen los productores. 
Análisis gráfico. 
La Figura 35-9 muestra el coste económico de un arancel. Las curvas de oferta y demanda son idénticas a las de la Figura 35-8, pero se destacan tres áreas. 
• El área B representa los ingresos que genera el arancel al Estado. Es igual a la cuantía del arancel multiplicado por las unidades de importaciones y asciende en total a 200$. 
• Un arancel eleva el precio en los mercados interiores de 4$ a 6$ y los productores aumentan su producción a 150. Por lo tanto, los beneficios totales aumentan en 250$, están representados por el rectángulo LEHM y son iguales a 200$ por las antiguas unidades y 50$ adicionales por las 50 nuevas unidades. 
• Por último, obsérvese que los consumidores pagan un alto precio. La pérdida total de excedente del consumidor está representada por el área LMJF y es igual a 550$. El efecto social global es, pues, una ganancia para los productores de 250$, una ganancia para el Estado de 200$ y una pérdida para los consumidores de 550$. El coste social neto (atribuyendo la misma importancia a cada uno de estos dólares) es, pues, de 100$. Podemos considerar que es igual a las áreas A y C.