Si alguna vez le toca al lector participar en una controversia
académica y se le asigna el papel de defensor del libre comercio, reforzará su defensa si admite, desde el primer
momento, que el bienestar económico no es el único objetivo de la vida. No hay duda de que un país no debe sacrificar su libertad y su seguridad nacional para obtener del
comercio unos pocos dólares de renta adicional.
Un buen ejemplo es el caso de la industria de semiconductores de Estados Unidos. En la década de 1980, el De parlamento de Defensa afirmó que sin una industria de semiconductores independiente, el ejército dependería excesivamente de los proveedores de chips de Japón y de otros
países para el armamento de alta tecnología. Esta idea llevó a acordar proteger la industria. Los economistas se nos
traron escépticos respecto al valor de esta postura. Su argumentación no ponía en cuestión el objetivo de la
seguridad nacional, sino que centraba la atención en la eficiencia de los medios utilizados para lograr el resultado deseado. Pensaban que la protección era más cara que una
política destinada a la industria, por ejemplo, una subvención o un programa para comprar un número mínimo de
chips de alfa calidad.
La seguridad nacional no es el único objetivo no económico de la política comercial. Los países pueden desear
preservar sus tradiciones culturales o su medio ambiente.
Francia ha afirmado rccieniemenle que su cultura nacional
necesita protegerse de películas norteamericanas como Termina tor 2. Se teme que una oleada de productos de Holly-
wood inunde la industria cinematográfica francesa, por lo
que Francia ha mantenido rigurosos contingentes sobre el
número de películas y espectáculos norteamericanos que
pueden importarse, defendiendo su postura a pesar de las
fuertes presiones ejercidas por Estados Unidos en la ronda
más reciente de negociaciones comerciales. Otro ejemplo
es la decisión del gobierno suizo de prohibir el paso de camiones por Suiza en un intento de preservar Ja tranquilidad
y el aire de sus valles montañosos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario