A mediados de los años ochenta del siglo pasado, el país tuvo una estructura en su deuda externa con la participación de tres acreedores: i) la deuda multilateral, que está conformada por los organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Banco Internacional de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF), etc.; ii) la deuda bilateral, que se refiere a las deudas contraídas con los gobiernos de otros países; y iii) la deuda privada internacional, que son las deudas contraídas con la banca privada internacional.
A principios de los años ochenta, la crisis económica ya se manifestaba en la reducción de la disponibilidad de divisas, ante la caída de la producción y de las exportaciones, lo que llevó al gobierno del Dr. Hernán Siles Suazo a declarar la moratoria unilateral de la deuda externa con sus acreedores privados. Esta moratoria se había puesto en la práctica a partir de 1982 con una serie de medidas, como ser: el control en la venta de divisas por parte del Banco Central de Bolivia; el D.S. N° 19249 de 3 de noviembre de 1982 de desdolarización, donde se obliga a los depositantes a recibir a cambio de sus depósitos en moneda extranjera una determinada cantidad de moneda boliviana a un tipo de cambio de 145,40 pesos bolivianos por dólar (esta medida fue establecida por el BCB) y; la disposición que establecía el monopolio del BCB para efectuar transacciones con moneda extranjera.
El 29 de abril 1981 se firma el Plan de Reprogramación con los acreedores de la banca privada internacional; sin embargo, a mediados del año siguiente el gobierno boliviano incumple este plan. A finales de 1982, para reemprender las relaciones con los acreedores, se firma la enmienda conocida como el Plan de Normalización, aunque en 1983 se incumple esta enmienda. Luego para evitar esta serie de incumplimientos, se firmó en el año 1983 un nuevo acuerdo denominado Plan Interino de Pagos el mismo que nuevamente es incumplido. Y como corolario, en abril de 1984 el Gobierno boliviano decide suspender la atención del servicio de la deuda al Consorcio de Bancos extranjeros y privados, y en julio de ese mismo año, se anuncia oficialmente la moratoria unilateral temporal aduciendo limitaciones financieras que enfrenta el país y destinar el 25% del valor de las exportaciones al pago de la deuda externa. Sin embargo, si bien se anunció la moratoria, ésta solo alcanzaba a los acreedores de la banca privada y no a los acreedores multilaterales y bilaterales a quienes se continuó pagando el servicio de la deuda externa.
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