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lunes, 22 de junio de 2015

Teoría de la preferencia fiscal

Existen tres razones relacionadas con los impuestos que apoyan el hecho de que los inversionistas podrían referir una baja razón de pago de dividendos en lugar de una razón alta: 1) recuérdese del capítulo 3 que las ganancias de capital se agravan a una tasa máxima del 28%, mientras que el ingreso por dividendos se agrava a tasas efectivas que ascieden hasta casi un 35%. Por tanto, los inversionistas acaudalados (quienes poseen la mayor parte de las acciones y reciben la mayor parte de los dividendos pagados) podrían preferir que las compañias retuvieran y reivirtieran sus utilidades dentro del negocio. Posteriormente, el crecimiento en utilidades presumiblemente conduciría a incrementos en el precio de las acciones y las ganancias de capital del menor gravamen fiscal se sustituirían por dividendos con un gravamen fiscal más  alto, 2) No se pagan impuestos sore las ganancias hasta que se venden las acciones. Debido al efecto del valor del dinero a través del tiempo, un dólar de impuestos que se pague en el futuro tendrá un costo efectivo más bajo que un dólara que se pague el día de hoy. 3) Si un individuo mantiene una acción hasta su muerte, no se causará ningún impuesto sobre la ganancias de capital, los beneficiarios que reciban la acción podrán usar el valor cotizado de ésta al día de la muerte como su costo básico y por lo tanto podrán evitar el impuesto sobre ganancias de capital.

Debido a estas ventajas fiscales, los inversionistas pueden preferir que las compañias retengan la mayor parte de sus utilidades. En caso de ser así, los inversionistas estarían dispuestos a pagar una mayor cantidad por las compañias que tuvieran una baja razón de pago de dividendos que por otras compañias similares que tuvieran una alta razón de pago de dividendos.

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