Tal como se expuso anteriormente, la decisión de convertirse en empresa
pública constituye una decisión verdaderamente significativa en la vida de una
empresa; establece una gran transición en términos de la relación que existe
entre la empresa y sus propietarios.
Por otra parte, la decisión de inscribirse
en la bolsa no constituye un evento de importancia fundamental. La compañía
tendrá que presentar algunos reportes nuevos en la bolsa de valores, tendrá
que atenerse a las disposiciones de dicha bolsa, y el precio de la acción se
cotizará en el periódico bajo la sección de las bolsas de valores en lugar de
aparecer en la sección del mercado de ventas sobre el mostrador. Estas
diferencias no son muy importantes.
Para lograr que las acciones de una empresa queden inscritas en la bolsa,
una compañía debe presentar una solicitud de inscripción ante una bolsa dé
valores, pagar un honorario relativamente pequeño y satisfacer los requerimientos mínimos de la bolsa. Estos requisitos se refieren a la magnitud del
ingreso neto de la compañía así como al número de acciones en circulación y
que están en manos del personal externo (en oposición al número de acciones
que mantienen los integrantes del personal interno, quienes generalmente no
negocian sus acciones en una forma muy activa).
La compañía también debe
estar de acuerdo en revelar cierta información a la bolsa de valores; esta
información ha sido diseñada para ayudar a la bolsa a rastrear los patrones de
las transacciones y para tratar de evitar de tal manera la manipulación del precio
de las acciones. El requisito referente a la magnitud aumenta a medida que
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