Debido a que los dividendos preferentes no son fiscalmente deducibles,
muchas compañías han retirado sus acciones preferentes y las han reemplazado con bonos a largo plazo o con bonos subordinados a largo plazo. Sin
embargo, tal y como lo ilustran los siguientes ejemplos, las acciones preferentes todavía se están usando para obtener capital a largo plazo bajo diversas
condiciones, incluyendo aquellas situaciones en las que no se pueden emitir
ni acciones comunes ni deudas a largo plazo bajo términos razonables.
1. La emisión de acciones preferentes de Chrysler con certificados de acciones, la cual se efectuó hace varios años, demostró ser un medio muy
exitoso para obtener capital a pesar de encontrarse en circunstancias ad:
versas. Debido a sus pérdidas, las acciones comunes de Chrysler se deprimieron y resultaron muy poco favorecidas. Los inversionistas estaban
tan preocupados acerca de la capacidad de la compañía para sobrevivir
que no estaban dispuestos a hacer compromisos adicionales sin recibir
alguna clase de posición sénior. Por lo tanto, las acciones comunes quedaron descartadas. Chrysler ya había solicitado fondos en préstamo hasta el tope, y no podía obtener más deudas sin antes edificar su base
de capital contable (y las acciones preferentes representan instrumentos de capital contable desde el punto de vista de los tenedores
de bonos). Se ofrecieron varios incentivos a los corredores que manejaron la emisión preferente, y se fijó un rendimiento relativamente alto.
Como resultado de ello, la emisión fue tan exitosa que su tamaño aumentó de $150 a $200 millones mientras que el aseguramiento se estaba
realizando. Chrysler obtuvo el dinero que necesitaba y ese dinero ayudo a la compañía a sobrevivir.
2. Las compañías de servicios públicos frecuentemente usan acciones preferentes para reforzar el componente de capital contable de sus estructuras de capital. Estas compañías hacen un uso intenso del capital, y también hacen un uso importante del financiamiento con deudas, aunque los prestamistas y las agencias de evaluación requieren de razones
mínimas de capital contable como una condición para mantener las categorías de los bonos. Además, las compañías de servicios públicos han hecho fuertes inversiones en activos fijos y por lo tanto tienen altos cargos
de depreciación, lo cual ha mantenido a un nivel bajo sus tasas fiscales
efectivas y por tal razón ha disminuido la desventaja fiscal de las acciones preferentes con relación a las deudas.
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