Las acciones preferentes tienen varias características, las más importantes de
las cuales se exponen en las siguientes secciones.
Prioridad sobre los activos y sobre las utilidades.
Los accionistas preferentes tienen prioridad sobre los accionistas comunes con respecto a las utilidades y a los activos.
De tal forma, se deben pagar los dividendos sobre las
acciones preferentes antes de que puedan pagarse dividendos sobre las acciones comunes y, en caso de una bancarrota, los derechos de los accionistas
preferentes deben quedar satisfechos antes de que los accionistas comunes
puedan recibir algo. Para reforzar estas características, la mayoría de las
acciones preferentes tienen requerimientos de cobertura similares a los de los
bonos. Estas restricciones limitan el monto de las acciones preferentes que una
compañía puede usar, y también requieren de un nivel mínimo de utilidades
retenidas antes de que se puedan pagar dividendos comunes.
Valor a la par. A diferencia de las acciones comunes, las acciones preferentes
siempre tienen un valor a la par (o su equivalente bajo algún otro nombre), y
este valor es muy importante. Primero, el valor a la par establece el monto
adeudado a los accionistas preferentes en caso de una liquidación. Segundo,
el dividendo preferente se expresa a menudo como un porcentaje del valor a
la par. Por ejemplo, una emisión de acciones preferentes de Duke Power tiene
un valor a la par de $100 y un dividendo de 7.8 por ciento del valor a la par.
Desde luego, se producirían los mismos resultados si esta emisión de acciones
preferentes de Duke simplemente requiriera de un dividendo anual de $7.80.
Dividendos acumulativos. La mayoría de las acciones preferentes proporcionan dividendos acumulativos; es decir, cualesquiera dividendos preferentes que no se hayan pagado en periodos anteriores deberán quedar
cubiertos antes de que se puedan pagar cualesquiera dividendos comunes. La
característica acumulativa es un dispositivo de protección, ya que si los
dividendos de las acciones preferentes no fueran acumulativos, una empresa
podría evitar el pagar dividendos sobre acciones comunes y preferentes
durante, digamos, 10 años, volviendo a reinvertir todas sus utilidades y pagando posteriormente un enorme dividendo sobre las acciones comunes pero
pagando únicamente el dividendo anual estipulado para los accionistas preferentes. Obviamente, tal acción anularía en una forma efectiva la posición
preferente que se supone que deben tener los accionistas preferentes. La
característica acumulativa ayuda a evitar tales abusos.
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