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sábado, 13 de mayo de 2023

CAPÍTULO 3 EL MODELO ECONÓMICO SOCIAL COMUNITARIO PRODUCTIVO, 2006-2014 - La nueva Constitución Política del Estado

Este nuevo tiempo histórico que vivimos ha condensado varias líneas de acumulación  histórica y tiene entre sus características principales la realización de una Asamblea Constituyente, por primera vez en la historia del país con asambleístas elegidos por todos los bolivianos y bolivianas mediante el voto popular y con la participación plena de à representación indígena campesina en la Asamblea, como siempre debió haber sido, y que tuvo como misión la elaboración de la Nueva Constitución Política del Estado. Esta  Constitución que diseña la nueva configuración del Estado, la sociedad y la economía boliviana, también por primera vez en la historia nacional fue aprobada por voto popular  en un referéndum nacional.

El artículo primero de la nueva CPE define el Estado boliviano como un Estado Plurinacional, refundando según principios de plurinacionalidad, interculturalidad y participación democrática.

El concepto de estado plurinacional viene acompañado por una comprensión crítica de la historia y se trata de desmontar los contenidos estructural-conceptuales coloniales del viejo Estado, esto significa producir su desmantelamiento general, su descolonización.

Bolivia fue caracterizada como un Estado aparente por René Zabaleta, sin contenido real, un Estado colonial sin contenido nacional (Bautista Rafael, 2011: 173). La noción de formación social abigarrada de Zabaleta, explicada como una sobre posición desarticulada de varios tiempos históricos, modos de producción, concepciones del mundo, lenguas, culturas y diferentes estructuras de autoridad, es una de las causas de la configuración del Estado aparente boliviano (Tapia Luis, 2010: 100,102)

Este Estado aparente, excluyó a la mayoría indígena de nuestra patria, excluyó a las regiones y no tuvo presencia en toda la geografía nacional. Así, los gobiernos construye- ron una economía externalizadora de excedentes y privatizadora de recursos comunes de la sociedad, estableciendo los brazos del Estado sólo donde a ellos les interesaba económicamente.

El Estado republicano nunca construyó la base material de la soberanía. Su base material fue colonial-racista, patrimonialista y subordinado a poderes e intereses externos.

 García Linera Álvaro (2010: 9), dice que: "... desde 1825 hasta 2005, tuvimos una república ilusoria, mutilada y falseada que simplemente era la prolongación política de la hacienda territorial; por eso es que Bolivia nunca tuvo clases dirigentes, sino sólo clases dominantes que podían mantenerse en el poder por la coerción y el soborno, pero nunca por el consentimiento o la adhesión, porque eran clases sociales que vivían a espaldas de la sociedad, de las regiones, de los pueblos indígenas y de la soberanía del Estado".

Las clases sociales gobernantes, según Rene Zabaleta constituyeron una oligarquía pobre, provinciana, con complejos racistas. Decía, la oligarquía, casta extranjera al fin, sentía odio por  el país al que despreciaba, odiaba y temía. Era, no sólo una clase opresora sino  también una clase extranjera. Por su origen, por sus intereses, por sus supuestos mentales, la oligarquía boliviana fue siempre ajena en todo a la carne y el hueso de las referencias culturales de la nación.

Almaráz Paz Sergio (1985: 7,28) decía de esta oligarquía, que se sentían dueños del país pero al mismo tiempo la despreciaban. País pobre en la que la desesperación de la pobreza hace consentir que se puede lograr alguna ventaja sacrificando la dignidad. Decía que en Bolivia la pobreza extrema facilitaba la colonización; los hombres en Bolivia tienen un precio menor. Hay un cierto nivel en que la pobreza destruye la dignidad.

Marcelo Quiroga Santa Cruz (1971) adelantaba: Asistimos a los primeros síntomas in- equívocos de una crisis del Estado capitalista dependiente y siendo, como es, la burguesía boliviana, un agente de intermediación en el sistema de explotación internacional de que es víctima nuestro país, es una clase históricamente agotada.

El Estado integral, que en Bolivia tiene la forma de Estado plurinacional, autonómico y comunitario, es un período de transición, un puente en el que vamos a ir trabajando y construyendo nuestro socialismo comunitario, fruto de lo que somos, de nuestras capacidades, virtudes y potencias.
García Linera (2010: 11) respecto al Estado integral reflexiona: "decía Gramsci que el Estado integral es aquél en el que hay una correspondencia entre la sociedad civil, los ciudadanos, las regiones, los trabajadores, las clases sociales y su representación política estatal. Es aquel aparato político gubernamental que une y sintetiza externamente a todos los sectores y clases sociales, a los grupos nacionales, a las regiones y a las colectividades. Estado integral o pleno es aquel en el que hay un liderazgo social, político, moral e intelectualmente activo, que permite crear el sentido de pertenencia y representación de todos en la estructura administrativa del Estado. El Estado integral Gramsciano es todo lo contrario del Estado aparente que tuvimos durante 180 años y es, precisamente, la construcción de un Estado articulador de la diversidad nacional, geográfica, cultural y clasista, lo que los bolivianos nos hemos planteado edificar desde abajo, en base a los pilares del gobierno de los movimientos sociales, la plurinacionalidad, la autonomía democrática y la soberanía económica.

Estado integral es además autonomía. Y Estado integral es también una estructura económica fuerte y soberana, que aprovecha cada una de nuestras capacidades y potencialidades como sociedad. Somos un país de pequeños productores urbanos y rurales, éstos son sectores que deben reforzarse en su capacidad tecnológica, asociativa, crediticia y productiva. 

Entonces de lo que se trata a futuro es de sincerar Estado y sociedad civil, poner fin al colonialismo y al patrimonialismo, y garantizar la soberanía material del Estado".

La CPE-y ahí está también el segundo componente de lo plurinacional- recupera, reconoce y proyecta otras formas institucionales complementarias a la institucionalidad moderna. Ahora somos democráticos representativos, democráticos participativos, somos comunitarios, practicamos la justicia convencional positiva y también la justicia comunitaria.

Esa es la idea del Estado Plurinacional, reconocimiento de la diversidad de culturas, de instituciones, de civilizaciones, de idiomas, en igualdad de condiciones y en complementariedad y enriquecimiento mutuo.

Debemos construir el Estado Plurinacional en el horizonte del socialismo comunitario. Por el contrario, atornillarse al capitalismo es el suicidio lento de la humanidad, es declarar la extinción de la naturaleza y del ser humano. Si en el socialismo se produce para satisfacer necesidades humanas, en el capitalismo sólo se produce si la producción genera ganancias para el capitalista.

Un elemento fundamental en la nueva CPE es que constituye la participación ciudadana y el control social. Se establece que el pueblo soberano, por medio de la sociedad civil organizada, participará en el diseño de las políticas públicas, que la sociedad civil organizada ejercerá el control social a la gestión pública en todos los niveles del Estado, que las entidades del Estado generarán espacios de participación y control social. Esta participación y control social implica participar en la formulación de las políticas de Estado. En resumen se trata de construir un sistema de poder popular.


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