El presidente Bill Clinton prometió al tomar posesión que
centraría la atención como un rayo láser en la economía y
presentaría un gran plan económico, que fue aprobado por
el Congreso en forma de Budget Act en 1993. Esta medida
tenía por objeto reducir el déficit presupuestario federal
principalmente por medio de un enfoque orientado hacia la
renta consistente en subir los impuestos y reducir el gasto
público: no contenía ningún incentivo importante orientado
hacia los precios. Los principales elementos del conjunto
de medidas de Clinton eran los siguientes:
• Subidas de los impuestos. La medida contiene una
serie de subidas de los impuestos, que afectan principalmente a los individuos de renta alta. Comprenden
una subida del tipo impositivo marginal máximo a un
39,6 por ciento, una subida de las cotizaciones a la Seguridad Social de los que ganan más y una pequeña
subida del impuesto sobre la gasolina. Los senadores
de los estados productores de energía rechazaron una
propuesta consistente en establecer un elevado impuesto verde» sobre la energía.
• Reducciones de los gastos. El conjunto de medidas de
Clinton continuó reduciendo paulatinamente la guerra
fría introduciendo grandes recortes en el gasto de defensa. Existen otros recortes del gasto obligatorios,
pero las decisiones sobre el reparto entre los diferentes
programas se han dejado para el futuro.
• Pago de los intereses de la deuda. A medida que aumenta la deuda, se produce un círculo vicioso de deuda, pago de los intereses de la deuda, aumento de los
déficit y aumento de la deuda. Los programas de reducción del déficit desencadenan un círculo virtuoso.
Como consecuencia de la reducción del déficit, se
prevé que los intereses anuales que habrá que pagar
disminuirán en 21.000 millones de dólares en 1998.
• Reducción del déficit. El efecto neto de todas estas
medidas es una reducción prevista del déficit de
144.000 millones de dólares en 1998; este rcc. iO se
deberá por igual a las subidas de los impuestos y a las
reducciones del gasto. Esto representa una reducción
de un 1,8 por ciento del PIB en 1998.
El conjunto de medidas de Clinton fue un paso importante en el camino que lleva al restablecimiento del equilibrio fiscal en Estados Unidos. Pero este camino aún está
lleno de peligros y obstáculos ocultos. Aun cuando todo
funcionara conforme a lo previsto, el presupuesto federal seguiría mostrando un déficit del 2,5 por ciento del PIB en
1998. Si la economía entra en una recesión, ésta empeoraría el déficit y la deuda y obligaría a pagar más intereses
sobre la deuda. Por otra parte, las proyecciones indican
que los tipos de interés seguirán siendo bajos para los patrones históricos. Por último, la incertidumbre existente
respecto a la expansión y la reforma del sistema de asistencia sanitaria amenaza con devolver los déficit a la
senda ascendente.
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