Llegados al final de nuestro análisis de la deuda pública y
de su influencia en el cocimiento económico, debemos
hacer una pausa para reflexionar sobre las dificultades fiscales de Estados Unidos. Quienes estudien economía o
elaboren la política económica en los años noventa habrán
de afrontar la necesidad de pagar los intereses de una elevada deuda exterior y de devolverla y la posibilidad de
que la economía crezca lentamente. La economía se convierte realmente en una ciencia sombría cuando se contempla el déficit. Charles Schultze, asesor económico de
tres presidentes, señala las limitaciones que impone el déficit a la política de Estados Unidos:
Los grandes déficit han hecho casi imposible que [el gobierno
federal] pueda considerar seriamente la posibilidad de crear
grandes programas o de aumentar significativamente los existentes. Y el punto muerto en que se encuentran el presidente y
el Congreso sobre la manera de eliminar los déficit no muestra
signo alguno de desaparecer en un futuro inmediato. De hecho,
la mayoría de los votantes, aunque deplora los déficit, parece
dispuesto a castigar a lo.> candidatos que defiendan cualquiera
de las dolorosas medidas que son necesarias realmente para
acabar con ellos.
Benjamín Friedman, profesor de la Universidad de Harvard, ha hecho una valoración aún más sombría:
El camino radical por el que se lanzó la política económica de
Estados Unidos en la década de 1980 infringió el principio
moral básico que había unido a todas las generaciones de norteamericanos desde la fundación de la república: los hombres
y las mujeres deben trabajar y comer, ganar y gastar, tanto
privada como colectivamente, a fin de que sus hijos y los hijos
de sus hijos hereden un mundo mejor. Desde 1980 hemos rotocon esa tradición siguiendo una política que equivale n vivir no
sólo en el presente sino para el présente.. Parece razonable
afirmar que el déficit ha sido la causa principal de los peores
resultados de nuestra economía
Pocos economistas tienen hoy palabras de alabanza para
el gran déficit y la creciente deuda de Estados Unidos.
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