Al evaluar un proyecto de capital, sólo interesa aquellos flujos de efectivo que
resultan directamente de la decisión de aceptar un proyecto. Estos flujos de
efectivo, conocidos como flujos de efectivo incrementales, representan los
cambios en los flujos totales de efectivo de una empresa que ocurren como
resultado directo de la aceptación de un proyecto. A continuación se discuten
cuatro problemas especiales en la determinación de los flujos de efectivo
incrementales.
Costos hundidos. Los costos hundidos no representan costos incrementales
y no deben incluirse en el análisis. Un costo hundido es un desembolso
comprometido o que ya ha ocurrido y, por lo tanto, no se ve afectado por la
decisión aceptese/rechácese bajo consideración. Por ejemplo en 1992
Northeast BankCorp estaba considerando el establecimiento de una sucursal
en una sección de Boston recientemente desarrollada. Para llevar a cabo la
evaluación respectiva, Northeast había contratado en 1991 una empresa de consultoría para que se encargara de hacer análisis de sitio: el costo era de $100.000 y este fue el monto que se erogo para propósitos fiscales en el año de 1991. ¿Es este gasto para 1991 un costo relevante con respecto a la decisión
de presupuesto de capital para 1992? La respuesta es no: los $100 000 son un
costo hundido y Northeast no podrá recuperarlo independientemente de que
construya o no la nueva sucursal. Frecuentemente resulta que un proyecto en
particular tiene un NPV negativo cuando se consideran todos los costos
asociados, incluyendo los costos hundidos. Sin embargo, sobre una base
incrementa , el proyecto puede ser bueno porque los flujos de efectivo
incrementales son lo suficientemente grandes para producir un valor presentíneto positivo sobre la inversión incremental.
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