Tal como se hizo notar anteriormente, a menudo es muy difícil encontrar
empresas que vendan un solo producto y se coticen entre el público para
incluirlas en el enfoque del juego puro. Cuando éste es el caso, se puede usar
el método contable de beta.
Las betas se calculan normalmente como se
describió en el apéndice 4A, estableciendo una regresión entre los rendimientos de las acciones de una compañía en particular y los rendimientos sobre un
índice del mercado de acciones. Sin embargo, se podría calcular una regresión
entre la capacidad básica de generación de utilidades de la compañía (EBIT/Activos totales) a lo largo del tiempo contra la capacidad básica promedio de
generación de utilidades de una muestra grande de compañías, tales como las
que se incluyen en el S&P 400.
Las betas que se determinan de esta manera (es
decir, usando datos contables en lugar de datos del mercado de acciones) se
conocen como betas contables.
Las betas contables de los proyectos se pueden calcular sólo después de
que se haya aceptado un proyecto, de que haya sido puesto en operación y
haya empezado a generar resultados contables y de producción. Sin embargo,
en la medida en que la administración considere que un proyecto en particular
sea similar a otros proyectos que la empresa haya emprendido en el pasado,
se podrán usar las betas de otros proyectos como aproximaciones para la beta
del proyecto en cuestión. En la práctica, las betas contables se calculan
normalmente para las divisiones u otro tipo de unidades de gran tamaño, no
para activos individuales, y las betas divisionales se usan posteriormente para
los proyectos de la división.
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