Hasta ahora hemos examinado la política fiscal discrecional, que exige la adopción de medidas decididas por parte
del gobierno en respuesta a los cambios de la situación
económica. Por otra parte, el sistema fiscal moderno tiene
unas propiedades estabilizado ras automáticas inherentes.
Todos los días y todas las noches, esté o no en sesión el
Parlamento, los impuestos y el gasto están estabilizando la
economía. ¿Cuáles son los estabilizadores automáticos?
Son principalmente las variaciones automáticas de los ingresos fiscales y las transferencias.
Comencemos por las variaciones automáticas de los
ingresos fiscales. El sistema fiscal federal de Estados Unidos depende de impuestos progresivos sobre la renta de las
personas y de las sociedades. (Los impuestos progresivos
son aquéllos cuyos tipos aumentan con la renta.) Tan pronto como la renta comienza a disminuir, los ingresos fiscales
del Estado también disminuyen incluso aunque el Congreso no modifique los tipos impositivos. Actualmente, en
Estados Unidos por cada 10.000 millones de dólares en que
disminuye el P1B, los ingresos fiscales federales totales
disminuyen alrededor de 3.500 millones.
Por lo tanto, si disminuye la producción, disminuirán
automáticamente los ingresos fiscales, lo que amortiguará
el descenso de las rentas personales y el gasto; la producción no disminuirá tanto como disminuiría si no se produjeran esos cambios. En las épocas inflacionistas, un aumento de los ingresos fiscales reducirá la renta persona,
ahogará el gasto de consumo, reducirá la demanda agregada y frenará la espiral ascendente de precios y salarios.
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