Los pagos de dividendos no pueden exceder a la partida del balance general que e conoce como "utilidades retenicas". Esta restricción legal, la cual se conoce como la regla del deterioro de capital, ha sido diseñada para proteger a los acreedores. Sin tal regla, una compañia que se encontrara en problemas podría distribuir la mayor parte de sus activos entre los accionistas y dejar sin pago alguno a los tonedores de deudas. (Los dividendos de liquidación se pueden pagar a partir del capital, pero deberán indicarse como tales y no deberán reducir el capital por debajo de los límites estipulados en los contratos de endeudamiento.)
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